No puedo ser normal, he pillado un resfriado de los gordos en verano, y no hay nada peor que no poder hacer nada. Y ahora llega lo interesante, ¿qué corcho hago yo en la cama sin poder moverme para no morir de aburrimiento?
Cómo tenía hilo y cintas por casa me he animado a hacerme unas puñetas de encaje para un disfraz.